Pues sin más dilación que la requerida nos vamos a catar caldos y versar sobre cultivos, a Monfortinas tierras nos llaman y, como es de recibo, nosotros acudiremos con una serie de atmósferas vinícolas y paisajes de ensoñación, multiplicidades y atisbos localístas, con una muestra de puras xilografías temáticas y ritmáticas.
Los que estén cerca de este reducto de paladar exquisito deberían venir a echarse unas pláticas y exorbitar las gustativas papilas.
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