...que pueblan nuestra sociedad, hay algo de fantasmal y automático que se erige como una suerte de devenir melancólico del que pocos se dan cuenta y del que muchos lo asumen y sufren de manera innata. Para muchos no es sufrimiento, eso es muy discutible, pero es cierto que con poco cerebro y consecuencia el disfrute se hace presente. Principalmente llevo una semana entera, con sus siete días y sus correspondientes noches, maldiciendo todo cuanto mis ojos pueden observar, hay ciertos momentos en los que la clarividencia se hace presente y se puede ver claramente el gesto de los plácidos devenires criados en fuerte abundancia y todo lo que estos deslindan.
Me gusta eso de maldecir, pues es muy gallego, al igual que la duda permanente en la que acechando vivimos los que poseemos tal condición local. Eso me reconforta.
He tenido una visión de la Alhambra de Granada, bella en todo su esplendor y enarbolada para el disfrute y la sublimación de la belleza, del regocijo culturista de todo lo que nos atañe. Pero en la cálida y abrigada noche, de los únicos que me puedo acordar, es de los esclavos y trabajadores que tanto desgaste sufrieron para la consecución de una sublimación excelsa y prohibitiva. De ellos, por mucho que se diga, no se tiene ni conciencia ni recuerdo, ninguna de las energías que se puedan proyectar desde el deslumbramiento de los visitantes sirve para que se reconforten. Los jodieron a base de bien.Armaría un ejército con todos ellos y reconquistaría todo cuanto territorio nos pudiese servir para desquitarnos de tanta falacia y tanto jerarca, ni un solo cristiano, ni un solo sarraceno, ni un solo cruzado, ni un solo general moro, ni un solo perro traidor dejaríamos con cabeza.Y así, de este modo poder hacer mal las cosas, como siempre hace el humano, pero desde la contraría posición y teniendo conciencia de que machacaríamos a unos cuantos miles de pobres engendros. Solo por brindarles el desquite a los que padecieron, únicamente por pura venganza, esa inmediatez tan fácil y barata de la que nos servimos para sentirnos mejor y rechazar a todo semejante. Después de tales contiendas nos prepararíamos para recibir con la cabeza bien alta el castigo merecido, pues lo habríamos merecido con creces.
Mañana seguramente pensaré otras cosa más relacionadas con el amor al prójimo, pero hoy no.
Acá les dejo a dos presencias fantasmales que no son dos, porque son una misma, y así del tirón les dejo una cita del magnánimo y ente, antes conocido como Cristian, pues su sino nació maldito, y aunque discuta muchas de sus cualidades en cierto modo dentro de sus acciones y filosofías maltrechas tiene mucho en lo que alabar.
"El mundo necesita más oscuridad, porque el exceso de luz no nos ilumina ni nos abriga sino que nos ciega y nos abrasa"
Varg Vikernes
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