viernes, 23 de marzo de 2012

FEBRIL TARDE DE INVIERNO

La pasada tarde estando mi ser postrado en camastro de febril estado, tuvo frente a la ventana de su habitáculo de paz una visión...(mitad aterradora, mitad atrayente, con los agudos colores del sol invernal y la corpórea esencia de lo que se presencia como verdad incalculable)...de sensual clarividencia  y misteriosa génesis. La cabeza volante de una "meiga" de esas que enamoran primero y matan después fluctuando por el aire viciado de enfermedad penetró en la estancia lanzándome miraditas que mas bien semejaban flechas de augurio o cortantes navajas.
La hechizante fémina tomo cuerpo, finas curvaturas, lánguida piel y demás oscuras atrayentes conformaciones que sacaron a mi maltrecho cuerpo de su monótono letargo y lo dispuso en alerta y defensa, frente a la estrañeza del suceso y la matérica forma que con el traía.

Recostose de mi lado y susurro en un tono fluctuante de agudos y caídas de tensión:
"Por esta vez has de ser salvado en mi voluntad y rebajaré tu malsano estado con el apaciguante tacto de la negrura... mas frente a mi te encontraras sin salvación en siguientes venideras, y de no hallar rechazo en tu voluntad será tu perdición de la que yo me adueñe y a merced de mi quedaras postrado con la fuerza de mil fiebres y con las ansias del que persigue la zanahoria frente a su nariz."

Mi ser se vio envuelto de extraordinarias energías, visiones de ensueño y volátiles circunstanciales,
al despertar en ansias de su presencia, golpeaban mi sentido tornados de deseo y tormentas viciadas de escaso valor real, pero que agarraban fuerzas en el plano mágico dónde habito día tras día.

Aun no ha vuelto a visitar mi ser tan inabarcable presencia, pero el hálito de su incierta presencia
agobia mi presagiado y funesto sino.

Todo retratado con plumin y tinta india, en una superficie de papel de 50x70 cm. de superficie semi blanca.

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